La Concejalía de Cultura de El Poble Nou de Benitatxell realizó, por primera vez, una jornada de puertas abiertas con visita guiada a la Cova de les Bruixes. Un centenar de personas participaron en esta salida y descubrieron los secretos arqueológicos que escondía la cueva. El arqueólogo y gestor del patrimonio cultural, Josep Ahuir, y la arqueóloga y restauradora Anna Viciach, presentaron los últimos avances en la investigación, consolidación y difusión del yacimiento arqueológico de época iberoromana e hispanomusulmana.
La cueva, que formaba parte de la alquería del Abiar y cuya primera ocupación data de cerca de 2200 años, fue utilizada como corral y vertedero en el periodo ibérico, romano e hispanomusulmán. Las excavaciones del 2001 ya sacaron a la luz interesantes hallazgos como cerámicas ibéricas pintadas, sigillatas y otras importadas de la zona de la Campania italiana. Entre ellas cabe destacar una pieza completa de cerámica íbera, que se encuentra en el Museo Arqueológico de Xàbia y que aparece también en el cartel promocional del lugar.
El yacimiento fue localizado en 1987 en el Tossal Gros por Joaquin Bolufer. Según la historiografía local, a finales del siglo XIII, ya abandonada, pasó a convertirse en la guarida perfecta de bandoleros. La leyenda también sugiere que los contrabandistas ahuyentaban a la gente haciéndoles creer que allí habitaban brujas. Para ello derramaban azufre que producía misteriosas llamas alrededor de la cavidad. Sería, por tanto, el miedo lo que llevó a los habitantes de El Poble Nou de Benitatxell a llamarla Cova de les Bruixes.