«¡Nadie te ama más que yo!»

Dice el Libro del Génesis y las Sagradas Escrituras que Dios creó el mundo en seis días y al séptimo descansó. Creo que en ese día de descanso había sido tan fatigosa la faena de tanto trabajo que tuvo que realizar para crear todas las maravillas de las que gozamos en el planeta, que terminaría agotado. Dios terminó su trabajo, pero tras ese agotador cansancio, pienso que entre el agotamiento y el sueño se dormiría en un profundo sopor durante todo el séptimo día completo. Y, en unos segundos de lucidez soñadora se iluminó con su divinidad todopoderosa y se dijo: «Crearé la maravillosa Jávea para que disfruten los javienses y todos los que la visitan de un pequeño Paraíso. Que sea esa gran felicidad inmensa que, por egoísmo y avaricia perdieron Adán y Eva».

Litoral de Xàbia

Cumplió su plan dejando ese trocito de Paraíso representativo en mi querida Jávea. Que bondadoso y caritativo fue el Todopoderoso, y que gran suerte tuvo mi querida Jávea, por haber sido elegida por el Creador como el lugar que más se asemeja al Paraíso terrenal. Los javienses, demuestran su agradecimiento sin fisuras, y lo ratifican con su devoción a su Jesús Nazareno desde hace más de doscientos cincuenta años y a la Mare de Déu de Loreto desde hace más de 150 años (además de otras devociones: San Bartolomé, la Mare de Déu dels Ángels, Santa Llúcia… que veneran desde hace muchos años).

Qué exageración, ¿verdad? Pero yo, les invito a que conozcan y visiten otros lugares de España y del mundo, y después me rebatan o corroboren lo que les comunico desde la más sencilla y humilde impresión. Este forastero, que tuvo la enorme fortuna de conocer Jávea, y enamorarse hasta el tuétano con pasión ilimitada de ella, les invita a visitarla. No me importa que me tachen de extremista o exagerado por mis alabanzas a mi querida Jávea, lo que más me importa es que mi corazón se sienta feliz y contento cuando me siento frente a su Bahía y se me acaban las tristezas, las penas y las inquietudes que nos depara la vida en el día a día. Y admito la crítica, pero también me aplico el refrán español de: «ande yo caliente y ríase la gente».

He leído un poco la biografía de Luis Manuel Ferri Llopis, más conocido por su nombre artístico ‘Nino Bravo’, y no he encontrado ningún dato que le relacione con que visitara o conociera Jávea. Y, ¿por qué lo digo?, pues porque
dentro de su amplio y fabuloso elenco de canciones figura una frase que dice: «Cuando Dios hizo el Edén pensó en América». Para mí está clarísimo que si hubiera conocido Jávea le habría entusiasmado tanto, que le habría dedicado una magnífica canción a este encantador, solidario y bello pueblo mediterráneo.

Pueden polemizar conmigo, pueden criticarme pero, así como Dios, con su poder omnipotente en un sueño divino creó Jávea, aunque sea discutible, opinable, o más o menos creíble, yo, guardando respetuosamente la infinita distancia con el Creador (desde mi humilde pequeñez) tengo derecho a escribir y decir, fuerte y claro, a los cuatro vientos, que estoy enamorado de Jávea, y con todo el respeto a todos los javienses que la amen, quiero gritar desde lo más hondo de mi corazón:

«¡Nadie te ama más que yo!».

Juan Legaz Palomares.