Los pescadores de Xàbia denuncian vandalismo marítimo y falta de control

Los pescadores de Xàbia han alzado la voz contra lo que consideran una situación insostenible en sus aguas. Amadeu Ros, Pepe Serrat Soliveres y Pepe Serrat Muñiz denuncian que el vandalismo marítimo y la creciente presión náutica están haciendo imposible su labor diaria.

«Debemos salir a las 4:30-5:00 de la madrugada para poder estar en puerto a las 9:00 horas,» afirma Pepe Serrat, uno de los pescadores afectados. «A las 8 o 9 de la mañana, el mar ya está lleno de embarcaciones que buscan obtener una boya y pasar el día en las calas. A esto se suman las motos de agua sin supervisión, monitor, lanchas a toda velocidad, kayaks y veleros con más de 40 personas a bordo».

Pescadores de Xàbia

Pero el problema más grave, según los pescadores, es el vandalismo que sufren, el cual no solo les afecta a ellos, sino también al ecosistema marino. «Nos han cortado 100 metros de red calada a 20 metros de profundidad en la zona de Punta Plana», indica Serrat, quien añade que «esos 100 metros se han ido al fondo del mar, convirtiéndose en una red fantasma que está perjudicando a la fauna marina. Todo porque les molesta. Están dañando la biodiversidad».

Los pescadores desconocen quiénes son los responsables, pero están convencidos de que se trata de actos vandálicos para poder ver peces o para transitar por zonas con vida marina sin obstáculos. Además, la falta de boyas para amarrar las embarcaciones en alta mar hace que muchos fondeen sobre las redes de pesca o lleguen antes de que los pescadores terminen su jornada, impidiéndoles trabajar.

«La presión que sufrimos es brutal. Nos planteamos no trabajar durante julio y agosto porque el mar está invadido de todo tipo de embarcaciones, llenando de tráfico el litoral», señalan los marineros a modo de desesperación.

Falta de control

Por otro lado, los pescadores también denuncian la falta de control por parte de las administraciones y autoridades. «Ahora en periodo de veda, las redes sociales se llenan de imágenes de erizos de mar, lapas y ostras, especies cuya pesca está prohibida para permitir su reproducción. Sin embargo, la gente los pesca para consumir y lo anuncia abiertamente».

Según los pescadores, la situación actual es muy distinta a la de antaño -hace 100 años que se creó el Pòsit-, cuando los amantes de la náutica recreativa salían al mediodía a pasear o pasar el día en el mar. «Ahora se ha convertido en una competencia por ver quién llega primero, y muchos desconocen las normas de navegación. Alquilan barcos sin patrón o sin titulación adecuada».

Lamentan la pasividad de las autoridades y la falta de un control diario y directo. «A lo sumo hay campañas de concienciación, pero la gente hace caso omiso».

Los pescadores de Xàbia piden medidas urgentes para proteger su trabajo y la biodiversidad marina, esperando que sus denuncias no caigan en saco roto, «y todo ello porque queremos una mar productiva, que nuestras futuras generaciones puedan disfutar».