Se acerca la Navidad y con ella, la alegría, las luces y el color. Son fechas de tradición, de reencuentros, de solidaridad y de costumbres. Unos elementos perfectos que envuelven de magia estos especiales días y entre los que destaca la decoración navideña.
Cambiar la imagen de la casa, mover muebles y hacer espacio para ubicar nuevos artículos es un alegre trajín que se vive en muchas casas, durante días, a principios del mes de diciembre para anunciar la llegada de la Navidad. Los Belenes, los árboles de navidad, los Papá Noel o los Reyes Magos son los verdaderos protagonistas de estas fechas sin olvidarnos de la iluminación.
Y aunque en España, lo de iluminar a lo ‘grande’ – como es tradición en América, Colombia o Filipinas-, está aún por llegar, si que es verdad que poco a poco se está implantando en nuestra cultura. Durante estos días, en Xàbia, calles, balcones y fachadas se llenan de adornos. Desde pequeños detalles a magníficas obras de luz y color que conllevan días y días de trabajo e imaginación.
En primer lugar hablamos de la casa de Marcos y Celeste. 50.000 bombillas iluminan su vivienda y jardín. Marcos, junto a su hijo Alejandro, han hecho una gran obra de arte durante los dos últimos meses. Desde principios de octubre, la imaginación y la mano de obra ha sido el ocio de esta familia. Unos 60 días y más de 100 horas ha sido el tiempo que han dedicado padre e hijo para dar la bienvenida a la Navidad como se hace en el país de origen de Celeste; Filipinas.
A raíz de un viaje a este país hace unos cinco años llevó a esta familia a cambiar el montaje de un belén de 30 metros cuadrados que realizaba a las luces navideñas. Cada año, Marcos da un paso más. Lo que empezó con una pequeña decoración en memoria al país de su mujer ha ido creciendo navidad tras navidad, pasando de las 12.000 bombillas en 2021 (puedes verla en este artículo) a las 50.000 de este 2022.
Sin duda, un gran atractivo que no ha pasado desapercibido. Y es que, la iluminación de esta casa, ubicada en la zona de Les Planes, atrae a decenas de visitantes, «y no sólo a gente de Xàbia, si no a gente de distintas poblaciones así como ingleses y alemanes», señala esta familia, que se muestra contenta con las visitas que recibe diariamente y que a la vez hace sentir a Celeste «como volver a mi país».
En segundo lugar tenemos la casa de Diana que se encuentra ubicada entre el centro histórico y el barrio Frechinal. En esta ocasión, la iluminación de la fachada llama la atención a viandantes y conductores. Diana, natural de Colombia, ha querido trasladar la tradición de su país a su edificio. La iluminación reina en su balcón y en el de la de la vecina, aportando así más decoración y ambiente navideño a la calle.
Para Diana, decorar su casa le hace revivir sus orígenes, sus costumbres, «es como volver a mi infancia, donde recuerdo ver a mi madre mover muebles para llenar la casa de adornos navideños y así lo hago yo ahora. Poner el árbol, el belén y las luces me llena de alegría y me hace sentir como estar más cerca de mi país y de mi gente».
Desde hace dos años, esta vecina de Xàbia ilumina gran parte de su edificio. «Cada año pongo unas luces distintas en la parte exterior y lleno el interior de la casa con el tradicional belén, el árbol y demás adornos», cuenta Diana. Pero el ambiente va más allá, y la decoración se lleva hasta en la zona de la escalera y rellano, sintiendo así la Navidad en cada rincón».
Pero el espíritu navideño se adentra más en Xàbia. Los vecinos de la calle Tossal de Baix han querido seguir su tradición de engalanar en días de fiesta. En esta ocasión, los residentes de esta calle del centro histórico ha cambiado sus adornos de Fogueres por los navideños llenando de ambiente, alegría y color esta zona. Un muestra de solidaridad y de aunar costumbres.
Y año tras año, son cada vez más los vecinos de Xàbia que se unen a esta cultura internacional de iluminar y llenar de vida las calles, plazas y casas, durante las fiestas navideñas.