Según ha alertado la Organización Mundial de la Salud (OMS), en España, en 2030 se estima que el 70% de los adultos tendrán sobrepeso y el 30% serán obesos, lo que coloca a nuestro país en una situación preocupante y considerando la obesidad como la epidemia del siglo XXI.
Para definir el sobrepeso y la obesidad se utiliza comúnmente el IMC o índice de masa corporal. Este factor se calcula dividiendo el peso en Kg entre la altura en metros al cuadrado. Cuando el IMC de una persona está entre 25 y 30 padece sobrepeso, si el índice es superior a 30 tiene obesidad y si es superior a 40 implica tener obesidad mórbida. La esperanza de vida se acorta en 5-7 años con IMC entre 30 y 40 y 10 años con un IMC mayor de 40.
Asimismo, desde HLA San Carlos explican que también es importante el perímetro abdominal ya que matiza el IMC y alerta sobre el exceso de grasa intraabdominal lo que se asocia con un elevado riesgo cardiovascular. Un perímetro abdominal por encima de 102 cm en hombres y de 88 cm en mujeres indica riesgo elevado.
El 80% de los obesos presentan algún tipo de patología asociada siendo las más frecuentes la diabetes tipo II, dislipemia, hipertensión arterial, cardiopatía isquémica, apnea del sueño y trastornos articulares entre otros. Puede tener también un papel en el cáncer de mama, endometrio, próstata, colon y recto.
En los casos de obesidad se ha demostrado que la cirugía bariátrica o cirugía de la obesidad es eficaz para la pérdida y control del peso así como para conseguir la remisión parcial o total de las enfermedades asociadas. Hoy día, la cirugía está indicada en IMC superiores a 40 (obesidad mórbida) o bien en IMC mayor de 35 con alguna enfermedad asociada.
El caso de la diabetes tipo II merece mención aparte ya que se ha visto que la cirugía logra mejorar o curar la diabetes hasta en el 80% de los casos por lo que se están realizando cada vez más intervenciones para controlar la diabetes en pacientes con IMC menores de 35.
Las dos más empleadas son: El By-pass gástrico ha sido, hasta hace poco, la técnica con la que comparar todas las demás. Se trata de una técnica mixta, restrictiva y mal absortiva. La gastrectomía vertical o manga gástrica es una técnica restrictiva que consiste en extirpar el 80% del estómago aproximadamente quedando éste como un tubo alargado. Ésta última tiene cada día más adeptos ya que es más rápida, mínimamente invasiva, no necesita de empalmes, tiene menos complicaciones y parece igual de efectiva.
También hay otras dos técnicas que se emplean con menor frecuencia como son: El balón gástrico, una técnica restrictiva y temporal que consiste en introducir un dispositivo a través de la boca bajo sedación y con ayuda de endoscopia. Una vez en el estómago se rellena con líquido (entre 500 y 800 ml). Hay balones de 6 y de 12 meses y es necesario retirarlos en ese plazo. Este es el tiempo que tendrá el paciente para modificar sus hábitos dietéticos.
La plicatura gástrica es otra técnica restrictiva cuya filosofía es similar a la manga pero en lugar de extirpar el estómago se consigue convertirlo en un tubo plicándolo sobre sí mismo con suturas. Es reversible y el riesgo de sangrado y fístulas es casi nulo. El principal inconveniente es que es menos efectiva que la manga en cuanto a la pérdida y mantenimiento de peso.
En el Hospital HLA San Carlos de Denia han implementado recientemente la unidad de cirugía bariátrica y realizan las técnicas descritas anteriormente. Para ello cuentan con el equipo multidisciplinar necesario.
En la consulta inicial gratuita se informa al paciente de ventajas e inconvenientes de cada técnica y se aconseja de cuál es la más adecuada para cada paciente. El aspecto quirúrgico está dirigido por el Dr. Alberto Bordallo,
especialista en Cirugía General y Digestiva con más de 25 años de experiencia en cirugía laparoscópica avanzada y cuenta con la colaboración especial del Dr. Miguel Angel Escartí, experto en cirugía laparoscópica de la obesidad. Ambos son miembros de la Seco (Sociedad Española de Cirugía
de la Obesidad).