El castillo de Xàbia, una estructura emblemática situada en la Avenida Rey Juan Carlos I, 71, es hoy un recuerdo nostálgico en la memoria de los habitantes de Xàbia. Construido en los años 20 (1920) por la baronesa de la Casa Ferrándiz, Carmen Català Arnauda, vecina de Xabia, que contrajo matrimonio con don Joaquín Ferrándiz Reig, barón y natural de Albaida. El castillo, conocido también como ‘El Castellet’, fue construido como una original residencia de verano, muy de moda a principio del siglo XX.
Este capricho arquitectónico, inspirado en el estilo neogótico, emulaba al antiguo Palacio de Ripalda de Valencia, aunque a menor escala y con un carácter distintivo propio.
A continuación tienes un índice con todos los puntos que vamos a tratar.
¿Cómo era el castillo de Xàbia?: arquitectura y distribución
El castillo constaba de dos plantas. En la planta baja se encontraba un oratorio, donde el capellán de la familia Ferrándiz celebraba misa diariamente. Además, esta planta albergaba un comedor, una cocina amplia y dependencias para el servicio doméstico, lo cual subraya la importancia que tenía el castillo no solo como vivienda, sino también como un espacio de devoción y servicio.
La planta superior, conocida como la parte noble, estaba adornada con grandes pinturas y destinada al descanso de sus residentes. El elemento más distintivo del castillo era su torreón, al cual se accedía mediante una escalera de caracol compuesta por 82 escalones de tosca del segundo Montañar.
Durante los años que no estuvo ocupada esta residencia, muchas fueron las personas, vecinas de Xàbia, que dedicaron gran parte de su vida a guardar la fortaleza. De hecho, como dato curioso, había una mujer, Rosa Cardona Marí, la modista que cosía mientras estaba sentada en la entrada a la guarda del castillo.
Su demolición
Aunque no era una construcción de gran valor arquitectónico, el castillo era de construcción elegante y tenía un encanto único que lo convirtió en un lugar de referencia para los habitantes de Xàbia, especialmente como un sitio popular para las fotografías de recién casados.
Pero, a finales de los años 70, el castillo comenzó su proceso de desaparición. Un vecino, Juan Devesa, conocido como 'El Santeret', fue testigo del adiós a este monumento. Con su cámara Super 8 y desde el interior del coche de Ángel Amutio, grabó el momento de la demolición. Aquel día lluvioso marcó el final de una era. Una grúa procedente de Gandía empezó a derribar la parte alta del torreón.
El derrocamiento fue complejo. Debido al peligro que representaba para las viviendas colindantes el tirar el castillo abajo con la grúa, se procedió hacerlo de forma más controlada, a mano. Marcelino Almazán fue el encargado de la demolición. Situado en el interior de un bidón de gasoil y suspendido por el cable de la grúa, Almazán utilizó una maza para poner fin a un edificio de más de 50 años.
De su existencia sólo quedan imágenes y el escudo de armas que adornaba la entrada, elementos que aún se conservan y mantienen vivo el recuerdo de lo que alguna vez fue una obra arquitectónica peculiar y significativa para Xàbia; que de seguro, de ser hoy en día, se conservaría siendo una parte del patrimonio cultural y arquitectónico de la localidad.
A día de hoy, su espacio es ocupado por un edificio llamado El Castillo, construido por una empresa de Madrid. Este hecho demuestra la destrucción antaña de grandes elementos por el hecho de construir.
Bibliografía
Este artículo ha sido posible gracias a la información y documentación procedente de:
- José Erades: quien detalla más anécdotas y personas que formaron parte de este castillo en su artículo, publicado para el libro de fiestas de Loreto en 2004 y recuperado ahora en el blog del Arxiu Municipal de Xàbia, 'Papers de l'arxiu'.
- Familia del Santeret por ceder el vídeo con las imágenes de la demolición
- Arxiu Municipal de Xàbia.
- Facebook de Xàbia Meravellosa.
