Ante previsión de altas temperaturas estos días, los socorristas de Cruz Roja se preparan para la atención de posibles casos de golpe de calor, una situación habitual en las jornadas de verano, pero que este año cambia su protocolo ante la situación de la pandemia por el COVID-19.
Para ello, el personal de Cruz Roja ha realizado un simulacro en el que una paciente sufría una parada cardiorespiratoria, con la posibilidad de estar contagiada de coronavirus. En la práctica, los socorristas se han puesto los equipos de protección, han montado una carpa móvil como medida de protección y distanciamiento de seguridad y han proporcionado el acceso de ambulancia y colocado al paciente en línea recta desde el paseo.
Sin duda, se han cumplido todas las medidas y protocolos a seguir en caso de que surja una situación de este tipo durante los días estivales en que las temperaturas ascienden notablemente.
Muy bien, es más creo que sería beneficioso para todos que el ambulatorio tuviera una pequeña sala de reanimación, para poder dar los primeros auxilios, si el traslado al Hospital de Dénia supone un peligro para la vida del paciente…