Los vecinos de la zona del Portitxol en Xàbia han reavivado sus quejas ante la persistente obstrucción de una senda litoral pública, atribuida al incumplimiento de un propietario local. Según los residentes, el problema se originó en octubre de 2019, cuando el Ayuntamiento de Xàbia aprobó definitivamente un Plan de Actuación Integrada (PAI) que abarcaba 21.457 metros cuadrados en la zona del Portitxol, incluyendo el acantilado de la Llobatera, entre la Cala del Francés y la Cala Sardinera.
El acuerdo establecía que el agente urbanizador y propietario debía ceder 7.363 m² de zona verde pública, que incluía la mencionada senda, en un plazo de 11 meses. Sin embargo, desde 2020, ni la obra ni la senda han sido entregadas, manteniendo cerrado el único punto de observación del mar entre la Cala del Francés y la Creu del Portitxol.
Ante los retrasos, los vecinos han expresado su indignación mediante pancartas y movilizaciones. Recientemente, han denunciado que el propietario ha plantado una nueva barrera de árboles para preservar su intimidad, excediendo el número de ejemplares permitidos y obstruyendo las vistas del paisaje. Además, las obras no han sido recepcionadas por el ayuntamiento, por lo que la vivienda carece de cédula de habitabilidad; no obstante, el propietario reside allí, según indican los vecinos.
El Ayuntamiento respondió, el pasado mes de agosto, enviando dos oficios al dueño, requirió la documentación para recepcionar la obra. En uno, le exige ajustarse estrictamente al proyecto urbanístico en cuanto a la altura, número y especies de árboles, y al alumbrado, además de retirar la puerta de metal que bloquea el acceso a la costa. En el otro, le insta a finalizar y entregar de inmediato las obras de urbanización.
Pero no ha sido hasta este pasado mes de diciembre, es decir, hace dos semanas, cuando se ha presentado, coincidiendo con las fiestas navideñas y la falta de personal, lo que supone un retraso de la revisión por parte de los técnicos municipales, según ha indicado el responsable de Urbanismo, Pere Sapena.
Y pese a estos contratiempos, Sapena ha indicado que la documentación será revisada en breve para verificar el cumplimiento de los requisitos, aprobar la recepción, en caso de que esté todo correcto y abrir la senda pública y la zona verde. De encontrarse incumplimientos, se solicitará la subsanación de las incidencias, lo que podría prolongar la apertura de la zona pública.
Los vecinos también señalan la instalación de una doble puerta que impide el acceso a la senda pública, así como un muro de piedra, obstaculizando su desarrollo futuro hasta el Cap Prim, proyecto que depende de la cesión de terrenos por parte de los propietarios colindantes.
Actualmente, la senda no conduce directamente al litoral, pero ofrece un punto de observación del mar y del paisaje de Xàbia.
