OPINIÓN | PSOE Xàbia
Si las presuntas ‘carencias’ de la piscina estuviesen resueltas hoy mismo ¿Podría abrirse al público? La respuesta es no. Por eso, el gobierno municipal se escuda, después de casi 10 meses con la piscina terminada, en deficiencias técnicas que van cambiando con el tiempo: que si primero eran las duchas, que si luego era una arqueta… cosas que no se explican cuando ha pasado cerca de un año desde que se recepcionó la obra (es decir, desde que se aceptó como válida y acabada).
Por otro lado es inaceptable que se eche la culpa a los técnicos y no se asuman las responsabilidades políticas después de 20 meses de gobierno. Y es que cuando Rosa Cardona accedió a la alcaldía, la obra estaba aún en marcha. Cuando dieron la orden de llenado ¿no pensaron en revisar nada? ¿No había responsabilidad política? ¿Qué hizo el concejal de Deportes en todo ese tiempo?
También resulta inaceptable alarmar a la población con algo tan grave como los riesgos sanitarios. La excusa de las ‘aguas cruzadas’ no es válida «porque es igual de fácil que se contamine el agua en cualquier otra instalación y no por eso se cierran al público. Igual que no se cierra un pabellón por riesgo de hongos o de salmonelosis. Simplemente se hacen análisis periódicos y cuando los indicadores lo aconsejan se cierra el tiempo preciso para solventar el problema».
Esta excusa se suma a la larga lista de acusaciones del equipo de Rosa Cardona para no asumir responsabilidades: ha señalado a los técnicos municipales, a los periodistas, al Gobierno de España, a los gobiernos anteriores de Xàbia… a cualquiera menos a ella misma. La única realidad es que en los 20 meses que llevan gobernando el gobierno municipal no ha hecho su trabajo: no hay socorristas, no hay monitores, no hay conserjes, no hay un reglamento aprobado, no hay tasas… no hay nada.
Así cualquiera que pase por delante de la piscina municipal podrá comprobar que está llena, con los sistemas de climatización en marcha (y consumiendo energía) e inexplicablemente cerrada.
La visita para los concejales que ha tenido lugar hoy (y que no responde a la voluntad de transparencia de Rosa Cardona – que tiempo había tenido – sino a la presión del pleno extraordinario solicitado por el Grupo Municipal Socialista) confirma lo que veíamos en los informes: las verdaderas carencias son en la gestión. Ese es el verdadero impedimento y si en 20 meses el Gobierno de Rosa Cardona, con Toni Molina al frente de Deportes, no ha sido capaz de resolverlo, deberán contestar por qué.
No es aceptable engañar a los vecinos de Xàbia. La piscina no tiene defectos estructurales ni graves. Su único «fallo» es que ha sido uno de los proyectos más demandados de los últimos años y la hizo realidad el gobierno del PSOE. Es por eso por lo que prefieren mantenerla cerrada y lanzar bulos que la desprestigien. La estrategia es retardar al máximo la apertura para «borrar» quien la hizo posible y, de paso, tapar la propia incapacidad.
Como grupo político hemos pedido un pleno extraordinario para que le expliquen a los vecinos y vecinas de Xàbia lo que pasa. Lo que pedimos es la verdad, no una visita guiada para hacer fotos.