Cuando leo en este periódico -Jávea.com- la atrocidad que se ha cometido en la calle Triana destrozando el engalanamiento -hasta en dos noches consecutivas– y adorno llevado a cabo por los vecinos, por no se sabe qué personajes, me quedo perplejo y estupefacto.
La mayoría de estos vecinos son mayores, viejos o ancianos como los quieran llamar, que con gran paciencia e ilusión han trabajado y se han esforzado para embellecer su calle, Por favor, que la barbaridad no quede impune.
Me apresuro a dirigirme al diccionario de la RAE para que me aclare el significado del vocablo ‘Barbaridad’, y señala: «Cualidad de bárbaro. Dicho o hecho necio o temerario». Son hechos propios de atrocidades, barbarismos y burradas. Hechos indignantes, asombrosos y decepcionantes.
Al mismo tiempo, este salvajismo, me retrotrae a la época histórica en la que España fue invadida por los llamados ‘Bárbaros del Norte’ (vándalos, suevos, alanos y visigodos), los cuales arrasaban con todo lo que hallaban a su paso incluidas matanzas de niños, mujeres y ancianos. No hemos llegado de momento a tanta gravedad, pero todo se andará al paso que vamos.
Si la barbarie continúa campando por sus fueros nos acercamos más a esos bárbaros y salvajes que a una civilización culta, educada y respetuosa. Sería plausible que cumpliéramos con la máxima que nos regaló Pitágoras: «Educad a los niños y no será necesario castigar a los hombres». Si no reflexionamos y recapacitamos unos minutos, ¿cuál es el
futuro que les espera a nuestros hijos y nietos? Respuesta harto difícil de responder. Porque claro, una cosa son los derechos y otra las obligaciones.
Sin embargo, estamos en unos tiempos en los que exigimos muchos derechos, y se nos olvida que todo eso debe ir acompañado de obligaciones y responsabilidades.
Solo me resta solidarizarme con esos vecinos de Triana para invitarles a que no pierdan la ilusión y el ánimo para continuar ofreciendo a Aduanas, a Xàbia y a todos los visitantes y turistas que se acerquen a contemplar el engalanamiento de sus calles y sientan la alegría de recrearse con la cultura y el arte xabiero.
Adelante vecinos de Triana, vuestro trabajo, vuestro esfuerzo y vuestra ilusión que no decaigan, porque resplandecerán y obtendrán su reconocimiento y recompensa.
Un fuerte abrazo.
Juan Legaz Palomares.