Una de las últimas voluntades del malogrado compositor británico Robert Malcom Towgood ya se ha cumplido: su legado ha pasado a formar parte del fondo del Conservatorio de Xàbia, donde será catalogado como parte de sus fondos de biblioteca y después será estudiando y difundido por los alumnos.
Tras ser diagnosticado de una enfermedad terminal mostró su interés en legar toda su obra a un centro de aprendizaje musical para que así sus piezas fueran estudiadas y divulgadas entre los nuevos músicos. Es por ello que, tras contactar con el Conservatorio le ofreció tanto sus propias obras para piano solo, entre las que hay sonatas, bagatelas, fanfarrias y música programática, como otras interesantes partituras que había atesorado en su vida.
Ahora, la viuda del compositor ha hecho entrega de todo el material al Conservatorio, gesto que han agradecido profundamente el equipo directivo del Conservatorio y la concejala de Educación, Montse Villaverde.